
Desde que comencé a liderar equipos de trabajo en la agencia he tenido que aprender a hacer muchas renuncias de criterio. Cuando pateaba el tiro de esquina y metía el gol de cabeza al mismo tiempo estaba acostumbrado a hacer las cosas a mi manera.
Pero desde que decidí hacer crecer Agencia Pópuli tuve necesariamente que delegar y confiar en la gente. Vaya qué difícil, porque abandonar conceptos como «nadie hace mejor las cosas a como las haría yo» implica tener que aceptar la visión de otros, renunciar a tu ego y dejar pasar detalles que de pronto quisieras cambiar. Pero que ya no puedes porque no tienes tiempo, o porque simplemente son «ganas de joder».
Pero solo cuando entiendes que hay otras formas de hacer las cosas así tan bien como uno las hubiese hecho. Y descubres talentos maravillosos que agregan valor a los resultados de tu trabajo. Te das cuenta de que esas renuncias de criterio valieron la pena, porque te hicieron crecer como líder de un equipo de trabajo.