Las madres de los “Hijue’madres»

La ciencia ha estudiado ampliamente los sentimientos de las madres hacia sus hijos. Y todo lo que una madre entrega en amor, en sufrimiento, ejemplo, formación, sacrificio y templanza por su hijo o hija. Forjando la personalidad de los que habitamos y construimos una sociedad.

Haciendo una interpretación literaria de las personalidades de los hijos que se han visto influenciados por sus madres, encontramos los “hijue’wendys”. Estos son aquellos que nunca han madurado debido a madres que padecen el “Síndrome de Wendy”. Inspirado en el personaje de la novela “Peter Pan”, escrita el siglo pasado por el escocés James Matthew Barrie. Son madres que sobreprotegen y causan que sus hijos vivan siempre en el ‘Nunca Jamás’.

Los “Hijue’bovaristas”. Son los frívolos y antipáticos que crecieron sin conocer el amor persistente de una mujer que sufre del síndrome de ‘Madame Bovary’. Descrito según los rasgos del personaje creado por el novelista francés del siglo XIX, Gustave Flaubert. Mujeres implacablemente obsesivas que nunca encuentran paz por idealizar relaciones, priorizando a sus parejas y relegando el amor de sus hijos.

Los “Hijue’medeas”, son las personas que crecieron sin la presencia de una madre, inspirado en ‘Medea’, personaje macabro de la novela trágica del poeta griego del siglo V a.C. Eurípides. Una bruja que mata a sus dos hijos por venganza contra su esposo.

Y están los “Hijue’úrsulas”. Son personas formadas con amor y carácter de madres dedicadas, independientes, autoritarias pero a la vez generosas. Inspirado en el personaje ‘Úrsula Iguarán’ de la novela de Gabriel García Márquez ‘Cien Años de Soledad’. Una matriarca que prioriza siempre el bienestar familiar.

Existen muchos arquetipos en la literatura y el cine que encarnan los sentimientos de una madre hacia sus hijos. El amor de una madre es un regalo que recibimos, el cual nos compromete a cuidar y no defraudar. Ningún hijo que haya recibido amor querrá defraudar a su madre. Sería una traición a su confianza y devoción.

Por eso no me explico por qué en nuestra sociedad hay tantos “Hijue´madres”.

Si cada persona antes de matar, robar, insultar, engañar, sobornar, corromper, abusar, violentar, amenazar, disponer de recursos públicos para comprar senadores, engañar al pueblo, mentir para dividir y rasgarse las vestiduras cuando tienen rabo de paja. Si tan solo antes de cada uno de estos vejámenes pensaran en sus madres y en sus sentimientos, tal vez tendríamos una mejor sociedad.

“Guerra Civil”

La ciudad está sumida en el caos: las calles rebosan de marchas, la gente protesta porque las tiendas están cerradas y no pueden adquirir alimentos. Con la mirada perdida entre el dolor y la frustración, una mujer envuelta en una bandera corre hacia la montonera estallando en el inicio de una escena que nos insta a reflexionar sobre el peligro de la involución de una sociedad polarizada, mal informada, herida y desesperada.

Aunque no refleja la realidad actual, bien podría hacerlo; aunque no se sitúa en Colombia, la trama se vuelve palpable. Hablo de “Civil War”, el más reciente estreno de Alex Garland, un director-escritor futurista con varios éxitos de taquilla a sus espaldas. La cinta ha generado un gran revuelo mundial al plantear una guerra civil en Estados Unidos, cargada de una realidad cruda, narrada desde la perspectiva de fotoperiodistas que buscan la noticia disparando sus cámaras en las escenas más duras del ‘cinéma verité’ contemporáneo.

Por otro lado, en Colombia, la masiva movilización de los sectores de oposición del pasado domingo 21 de abril marcó el inicio de una batalla de marchas que recibirá respuesta por parte del oficialismo el próximo 1 de mayo. Si el gobierno, las autoridades y la sociedad civil no moderan el tono de las protestas, podríamos estar iniciando lamentablemente una película de la degradación de nuestro país.

El presidente, elegido por la mayoría del pueblo, tiene el deber de legislar escuchando y logrando acuerdos con la oposición. Del mismo modo, los opositores deben respetar la legitimidad del gobierno y abandonar cualquier iniciativa de rebelión. De lo contrario, caeremos en una trama de odios y rencores que nos pondrá en un conflicto de todos contra todos.

La trama de nuestra película, no la del cine, está llegando al clímax de la historia. En este caso, el protagonista principal trata de sofocar la expresión popular de la oposición, cegado por lo que prefiere ver y ensordecido por el ruido del coro de aplausos que lo rodea. Y por el otro lado, los antagonistas se aprovechan de las indignaciones sociales, algunas provocadas por este gobierno y otras por administraciones anteriores de ellos mismos. Pero saben que al agitar la opinión desinformada aumentarán su caudal electoral.

Mientras tanto, la gente sigue enfrentando los mismos desafíos, viendo cómo la solución a los problemas fundamentales se enredan en una batalla en la que el pueblo es el soldado del pelotón. No caigamos en la trampa de la “Guerra Civil de la Opinión”.

Vivir sin aire

Hace 30 años, la agrupación Maná dominaba las listas musicales con esta canción que hoy resuena irónicamente en los bolsillos de los costeños:

«¿Cómo quisiera poder vivir sin aire…? Pero no puedo, siento que muero. ¡Me estoy ahogando…!»

Hoy en día, las empresas Aire y Afinia ocupan el primer lugar en el ranking, pero no precisamente por la admiración ciudadana. Las elevadas facturas y su constante aumento, directamente proporcional a la injusticia tarifaria, junto con la ola de calor que nos obliga a mantener encendidos los ventiladores durante más tiempo, han llevado las conciencias de los caribeños a un punto de ebullición, con suficiente temperatura como para hervirnos en la misma olla.

Este año, las diferencias políticas entre izquierda y derecha nos han dividido, pero Aire y Afinia nos mantienen unidos marchando por el mismo propósito. Es una protesta donde son bienvenidos tanto los justos como los pecadores, y hay bastantes de estos últimos levantando la bandera contra la injusticia tarifaria. Sin embargo, cuando estaban en el poder, no alzaron la voz y permitieron que nos impusieran un mico legal, autorizando a las empresas a cobrarnos las pérdidas técnicas por el robo de energía.

Los agravantes del problema de la sostenibilidad económica en el servicio de energía viene de mucho tiempo atrás. Las condiciones climáticas y la salinidad del ambiente exigen un costoso y constante mantenimiento de las redes. El gobierno nacional cobra el kilovatio con la misma fórmula tarifaria que en otras regiones, sin considerar que aquí, en el Caribe, nuestro consumo promedio es más alto. Además de la cultura del no pago y el robo de energía que nos enferma como sociedad. Son algunos de los factores que los involucrados en este conflicto no hemos sabido manejar.

Sin embargo, es algo que debemos solucionar. Y esto se logra si todos colaboramos.

Si nuestros representantes políticos nos defienden y logran bajar o eliminar los cobros adicionales de tasa de seguridad y alumbrado público, si el gobierno interviene a conciencia, si la Superintendencia de Servicios Públicos hace su trabajo y se dedica a defender a los usuarios, si la empresa prestadora comienza a aportar y no a amenazar, y si nosotros, los usuarios, nos concientizamos de que la energía debe pagarse y cuidarse. Seguramente, nuestra región y nuestros bolsillos podrán seguir respirando.

Amor reciclado

La historia de Paco y Paca.

Se conocieron en la góndola del supermercado. Fue muy temprano en la mañana cuando el surtidor los dispuso frente a frente según su precio y categoría. 

Aunque ella vestía de verde limón y él de rojo tomate, compartían el mismo tamaño, la misma tabla nutricional y hasta los sellos negros de advertencia.

Durante toda la mañana solo se miraron deseando estar juntos. 

La suerte les llegó por la tarde, cuando un par de jóvenes regordetes los arrebataron de la góndola, los llevaron hasta la caja registradora y luego de timbrar sus códigos de barra, fueron a parar a la misma bolsa. 

Paco quedó encima de Paca reposando sobre un pan de almohadilla. Con el vaivén del transporte sus empaques crujieron de felicidad, mientras rozaban sus marcas una con la otra.

Cuando volvieron a ver la luz estaban en un parque sobre un mantel de cuadros. Disfrutaron de la brisa y vieron pasar el sol entre las ramas de los árboles que bailaban con el viento. 

A la hora de la merienda llegó el momento para ellos, fueron tomados entre manos y con un apretujón explotaron dejando salir todo lo que llevaban dentro. La frescura que conservaban fue entregada bocado a bocado. 

Después del éxtasis de colorantes y conservantes liberados, la primera etapa de sus vidas útiles había concluido. Solo les faltaba llegar a una caneca para que fundieran sus almas en una planta de reciclaje y así transformarse, juntos, en algo nuevo que les siguiese dando sentido a sus vidas. 

Pero no fue así. Luego de ser manoseados los lanzaron al suelo. Con el corazón arrugado cayeron sintiendo el vacío de sus vidas. La brisa que antes disfrutaron ahora era una pesadilla. Paco fue absorbido por un torbellino de hojas secas y luego de interminables vueltas quedó tirado en la calle junto a un poste. Paca fue pateada, pisoteada y arrastrada por almas insensibles que corrían por el camino.

Un niño que acababa de leer en el colegio un libro de Celso Román, haciendo consciencia del cuidado del medio ambiente, tomó a Paca con su traje verde limón por una punta con el cuidado de no ensuciarse y la llevó hasta la caneca azul junto al poste.

A pocos metros Paco, de rojo tomate, sucio y rasgado, alcanzó a verla entrar en el bote de basura y se alegró. Al menos ella tendría una segunda oportunidad en el relleno sanitario. 

No se sabe nada de Paco hoy en día, podría estar deambulando al frente de una casa, en alguna esquina junto a otros desechables, o peor, ahogado en el río navegando hasta un mar de basuras.

Esta historia no tiene final feliz, ni siquiera debiera contarse, sino reciclarse. 

Basura Náufraga

Caminar por las playas del Atlántico además de un disfrute de brisa fresca y atardeceres dorados, la acumulación de basuras enredadas en palos y tarulla, convierte lo que debería ser un plácido paseo en una carrera de obstáculos.

La Triple A, en una reciente investigación que realicé, me contó recoge un promedio de 300 toneladas mensuales de basura orgánica e inorgánica que cada día amanece en el litoral del municipio de Puerto Colombia.

¡Qué cochina que es esta gente, destruyen su propio patrimonio! Exclamó con indignación un amigo cachaco que me escuchó la historia.

Si bien es cierto que en materia de cultura ciudadana todavía tenemos mucho que aprender, la indignación de mi amigo debería ser propia. Durante la caminata me propuse analizar la basura que encontraba. Y entre chancletas raídas enredadas en taruya muerta, lo que sobresalía era empaques de mecatos, envases plásticos y latas. Muchas de ellas, con marcas que no se venden en nuestra región.

El Río Magdalena tiene una longitud de 1.525 kilómetros, de los cuales 886 son navegables, atraviesa Colombia de sur a norte. Y a sus aguas van a parar casi todos los alcantarillados, desechos industriales y botaderos ilegales de basura. Según un estudio del “Observatorio del Río Magdalena de la Universidad del Norte”, puede arrastrar hasta 900 toneladas continuas de residuos flotantes a una velocidad de 2 metros por segundo. Esto significa que una botella arrojada en el Río Bogotá, en menos de una semana podría aparecer atollada en el flamante nuevo muelle de Puerto.

¿Cómo es posible? Me preguntó mi amigo cachaco.

La respuesta exacta me la dio un ingeniero hidráulico-ambiental, el río arrastra la basura que viaja desde el interior dejando una estela de desgracia en todas las cuencas. Y la que se desprende y logra seguir su curso, llega hasta Bocas de Cenizas. Al enfrentarse a las corrientes del Mar Caribe, es arrastrada la mayoría hasta las playas de nuestro departamento.

La indignación de mi amigo debería ser colectiva, tenemos una culpa compartida que merece nuestra atención urgente. Invito a todos los colombianos a que elevemos la voz y clamemos por nuestro río. Los que vivimos junto a él en su desembocadura y los que viven río arriba. Estamos contaminando el agua que bebemos y nos bañamos. Estamos ensuciando el azul de nuestra bandera, tenemos en el descuido y en el olvido la arteria principal de progreso y desarrollo de la nación.

La evolución de los Bacanes

Coincidiendo con los 25 años de una inmensa investigación para televisión titulada “Bacanería, un Estilo de Vida”. Nace en Barranquilla un nuevo movimiento que pretende darle un mayor alcance a la filosofía bacana que el director, guionista, profesor y ex columnista de esta casa editorial, Hugo Gonzáles (qepd) junto a su equipo de investigación documentaron.

Gonzáles se convirtió para su generación en un “Sócrates” de los bacanes, sembrando en sus alumnos la semilla filosófica de la Bacanería Planetaria. Buscando promover la alegría y el optimismo, el respeto ante las diferencias, la admiración por la cultura y el pensamiento libertario.

Sin estos postulados, los cuales pude aprender de primera mano siendo alumno del profe Hugo. Yo, como inmigrante recién aterrizado en el caribe, no hubiese podido entender la razón o el sin razón de esta sociedad.

Hoy me uno a la fundación de los “Baqanes”, un movimiento ciudadano libre y espontáneo, sin política ni religión, sin estratos sociales, sin géneros musicales, sin identidades sexuales y sin discriminación. Una convocatoria a todos los barranquilleros que buscan contagiar y promover la cultura “Baqana”. 

Estamos en un momento histórico de protagonismo nacional y está en nuestras manos aprovechar esta vitrina para mostrar lo que realmente somos. Unos “Baqanes” que desde las expresiones culturales contagiamos y promovemos la cultura ciudadana.

Únete! Los “Baqanes” son fáciles de reconocer, porque cada vez hay más, los ves cuando vas por la calle y aunque no te conozcan te saludan. Son los que esperan el verde del semáforo para arrancar, a menos que haya otro “Baqán” cruzando por la cebra. Los que esperan y no pitan para no molestar. Los que respetan las señales de tránsito. Los que no se vuelan la fila. Los que ceden el puesto a los abuelos, niños de brazos y embarazadas en el bus. Los que llevan la bolsita en el bolsillo esperando encontrar una caneca para tirar la basura. Los que no dejan que se vuele el vaso o el icopor cuando están en la playa, en el parque o en el río. Los que ayudan al que ven desorientado y los que devuelven a su dueño lo que encuentran perdido.

Me uno porque esta “Baqanería” está “Baqana”. Porque los alcaldes, gobernadores y presidentes se van cada cuatro años. Pero los que quedamos aquí somos nosotros los ciudadanos.

De pronto ya eres un “Baqán” o “Baqana” y no lo sabías. Ahora que ya lo sabes, promuévelo. Seguro tienes un amigo, vecino o conocido, que necesita ser “Baqanizado”.

La horrible escena de Sofía Vergara

ESCENA 1.

EXT. – NOCHE / CALLE OSCURA / JUNIO DE 1995

Por una calle oscura vemos una pareja de adolescentes que caminan tomados de la mano, al fondo hay una camioneta “Machito” estacionada con las luces encendidas. Nada parece anormal, una noche tranquila y calurosa como cualquiera.

De repente los grillos dejan de chirriar, el ruido de un motor de un carro que viene acelerando irrumpe en la escena. Derrapa bruscamente junto a la camioneta, un hombre baja, cruza dos palabras con el conductor que estaba estacionado, saca un arma y le dispara hasta vaciar su cargador. El carro misterioso sale de la escena con la misma velocidad en que llegó.

Luego de unos segundos, cuando el silencio vuelve a reinar. La pareja que se había escondido detrás de un árbol se acerca. Ya están ahí otros vecinos curiosos que presencian cómo la víctima se ahoga en su propia sangre que brota por los orificios que quedaron en su cuello. Uno de los vecinos, aparentemente conocido del occiso se lleva las manos a la cabeza y grita desgarradamente: “Quebraron a Come’gato”

Esta escena no sale en la serie “Griselda”, pero me atrevería a asegurar que es la escena de narcotráfico más desgarradora que le ha tocado vivir a su protagonista Sofía Vergara. “Come’gato” era el apodo del hermano de la Toti, quien ha contado en entrevistas a medios internacionales durante el lanzamiento de la nueva narco-serie de Netflix, sobre la vida y muerte de su hermano mayor, quien estuvo una época vinculado al narcotráfico.

Hoy a “la Toti” la vemos triunfando y dando ejemplo de lo que una mujer Barranquillera con trabajo fuerte y talento puede lograr por sus propios medios. Una estrella de la pantalla grande y chica que con esta majestuosa interpretación seguramente logrará un sinnúmero de premios internacionales como reconocimiento a su trabajo actoral.

Es “otra serie de traquetos”, pero en ésta vemos el empoderamiento de dos mujeres que lucharon por salir adelante a su modo en una época que estaba destinada a ser protagonizada solo por hombres. Del lado del bien, una valiente mujer policía llamada “June Hawkins” (Juliana Aidén Martínez). Y del lado del mal, Sofía Vergara interpretando a “Griselda”, la mujer que lideró una organización criminal en Estados Unidos volviéndose la más temida entre los hombres.

Aplausos de pie para Sofía Vergara. No nos conocemos, pero me une a ella el haber estado caminando una noche calurosa de junio en 1995, con mi novia de aquel entonces, por unas calles oscuras del norte de Barranquilla, Colombia. Una experiencia horrorosa que he decidido recordar en género ficción, como una escena más de otra serie de “traquetos”.


El Martillazo

Cuando estaba iniciando este camino en la industria creativa un profesor de la universidad nos contó una leyenda urbana la cual he vuelto a escuchar con diferentes protagonistas y escenarios.

Yo se las contaré tal cual la recibí. En la mina de La Guajira los camiones que cargan las gigantes rocas de carbón que brotan de la tierra son de tamaños descomunales. Si solo las llantas superan los 4 metros de alto, imagínense lo que puede ser una pieza de su motor. Conseguir un repuesto se convierte en una tarea de mantenimiento transatlántico que puede llegar a tardar meses.

El país estaba en crisis energética y la extracción del carbón no podía darse el lujo de detenerse. Pero el camión número 6, ese que trabajaba doble turno sacó la mano. En una reunión de emergencia en la sala de juntas del presidente de la compañía acudieron el conductor, un Wayuu de ojos rasgados, y el jefe de mantenimiento, un inglés de piel colorada. Luego de un informe de 20 diapositivas con fotografías el europeo diagnosticó: El inyector 18 requiere cambio. Justo ese, el que no estaba en el inventario y esperar el repuesto no era una solución viable. Mientras el jefe se arrancaba los pelos, el conductor les contó de un primo mecánico de Barranquilla que seguro los podría ayudar. Después de un silencio incómodo el inglés sonrió con desdén. Pero como el presidente no quería descartar ninguna posibilidad. Ordenó traer al “Juancho”, desde el barrio con más casos de éxito en creatividad e innovación industrial de Barranquilla: “El Boliche”.

Juancho llegó al siguiente día por la mañana. Frente a la mirada incrédula del anglosajón se trepó en la cabecera del camión con una mona en la mano, es decir, un martillo gigante de los que se usan en construcción. Después de pedirle a su primo que chancleteara el motor y de escuchar toser a esa máquina descomunal, se asomó al abismo y le gritó sonriendo al colorado: Gringo! No problema! Se volvió a internar en el motor y se escuchó un martillazo que retumbó en todo el socavón de la mina. El camión arrancó inmediatamente con la misma melodía sincrónica de cuando estaba nuevo.

El inglés asombrado no musitaba palabra, solo logró decir ¿cuánto se le debe? El Juancho mientras se secaba el sudor con una toalla le dijo: Son 10 millones y 100 mil pesos. El inglés sacudió la cabeza y exclamó: ¿toda es plata por un martillazo? Y el Juancho le respondió: Nooo por el martillazo fueron 100 mil, los 10 millones fueron por saber en dónde pegar el martillazo.

En el caribe colombiano somos innovadores y creativos por naturaleza, pero los que estamos en la industria, todavía nos seguimos encontrando a los que valoran en millones a los de afuera, y al gran talento local solo se le quiere pagar los 100 mil. ¡Llegó la hora de creer en nosotros, nuestro talento vale igual que el de los demás! Compañeros, no cobremos por el martillazo, cobremos por saber en dónde pegar el martillazo.

Predicciones Tecnológicas para el 2024

En un escenario global de rápidos avances, Colombia no es ajena a los avances de innovación. Estos desarrollos prometen transformar la sociedad colombiana, impulsando sectores clave y mejorando la calidad de vida de sus habitantes. A continuación, destaco los 5 principales avances tecnológicos que se esperan para este 2024.

1. Tecnología 5G:

Colombia se unirá a la revolución de la conectividad con la implementación generalizada de la tecnología 5G. Este avance permitirá una velocidad de navegación sin precedentes y una conectividad más estable, facilitando la comunicación entre dispositivos y propiciando el desarrollo de ciudades inteligentes y dando alcance a áreas remotas, contribuyendo a reducir la brecha digital en el país.

2. Salud Digital:

El sector salud experimentará avances significativos con la expansión de la telemedicina y la adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial. Plataformas de diagnósticos remotos y seguimiento de pacientes a través de dispositivos en línea mejorarán el acceso a la atención médica, especialmente en regiones geográficamente apartadas.

3. Agricultura Inteligente:

El sector agrícola verá la implementación de tecnologías inteligentes en la producción de alimentos. Sensores conectados a internet, drones y análisis de datos permitirán una gestión más eficiente de los cultivos, optimizando el uso de recursos y reduciendo el impacto ambiental.

4. Nuevos Emprendimientos Tecnológicos:

El gobierno está comprometido con el fomento de la innovación. Se espera un aumento en el apoyo financiero y regulatorio para emprendedores con proyectos de base tecnológica. Incubadoras y centros de innovación florecerán, proporcionando un entorno propicio para el desarrollo de nuevas ideas y tecnologías disruptivas.

5. Educación Digital y Realidad Aumentada:

La educación se verá beneficiada por avances en plataformas digitales y herramientas de aprendizaje basadas en inteligencia artificial. La realidad aumentada se comenzará a integrar en la educación, proporcionando experiencias de aprendizaje más inmersivas y participativas. Esto no solo mejorará la calidad de la educación, sino que también contribuirá a cerrar brechas educativas entre áreas urbanas y rurales. Estos avances dependen en gran medida de la rapidez en que las instituciones educativas transformen sus modelos de enseñanza y empiecen a educar para un futuro muy diferente al que creíamos.

Nos encontramos en un momento emocionante de transformación tecnológica. Tanto así que esta columna fue escrita con la ayuda de la Inteligencia Artificial de Chat GPT4.

Estos avances no solo impulsarán el desarrollo económico del país, sino que también mejorarán la calidad de vida de sus ciudadanos. Es fundamental que estos cambios se implementen de manera inclusiva y sostenible, garantizando que todos los sectores de la sociedad se beneficien de manera equitativa.

Se sabía que iba a pasar. 

El pasado viernes un grupo importante de trabajadores fueron desvinculados de la Universidad del Norte en Barranquilla, Colombia. Aunque algunos de los ganadores de esta lotería de despidos laborales que recibieron su liquidación y debida indemnización se sientan sorprendidos. Es algo que ya se veía venir.

Sostener una nómina costosa en una universidad que desde su fundación a priorizado por la calidad y excelencia académica, en tiempos de deserción estudiantil, sumado a la suspensión de programas de becas gubernamentales que significaban un grueso ingreso financiero. Son situaciones ajenas a la responsabilidad de las directivas y se sentía que venían desiciones dolorosas.

La reducción de personal en la Universidad del Norte pasó de ser un murmullo de pasillo a una realidad. Áreas enteras de servicio, profesores con años de trabajo y uno que otro que no justificaba su sueldo. Fueron las primeras víctimas de una reingeniería estructural de un modelo de negocio que sufre al igual que cualquier empresa que debe reducir sus gastos ante una baja de sus ingresos.

Los modelos universitarios en general están viviendo una crisis que debe analizarse. Los bachilleres recién egresados son reacios en su mayoría a cursar carreras profesionales largas y costosas. Los seducen las formaciones técnicas más cortas, enfocadas en nuevos modelos de vida que distan mucho del que prometen las universidades tradicionales.

Un reciente estudio de UPCEA (University Professional & Continuing Education Association) publicó las 5 causas principales por la que los estudiantes no quieren estudiar carreras universitarias.

  1. Metodologías obsoletas que ponderan la memoria de textos antes que el pensamiento crítico. 
  2. El darle más importancia a la teoría que a la práctica. 
  3. Contenidos costosos que pueden accederse de manera gratuita en Internet. 
  4. Profesores endiosados que dictan la misma cátedra por años y no se renuevan. 
  5. Pénsums sin fechas de vencimiento que no se adaptan a las nuevas dinámicas laborales de la sociedad. 

Estos hallazgos son el insumo para que la Universidad rediseñe sus ofertas académicas. Y junto a una mejor estrategia de seducción de estudiantes puedan continuar con su legado de calidad y excelencia, sin perder el norte.

Al igual que las directivas lamento profundamente los empleos perdidos pero confío en la calidad de profesionales que la universidad formó y seguramente sabrán reincorporarse en el mundo laboral. En cuanto a la universidad, urge tomar medidas para anticiparse y no vuelva a suceder lo que ya se sabía que iba a pasar.